En dos vacas lecheras fistuladas en el rumen se estudió la digestibilidad in situ del grano de avena, bajo tres formas físicas distintas, molido fino (MF), molido grueso (MG) y comprimido (C). Se incubaron 5 g. del grano previamente procesado, en bolsas de dacrón 15x9 cms. de 1600 poros/cm, durante 1, 2, 4, 8, 12, 24, y 36 h. Luego de la exposición ruminal, las bolsas fueron lavadas y analizadas en su contenido de materia seca, proteína, fibra detergente acido y lignina. Se confeccionaron curvas de degradación ruminal calculando los términos constantes de la función p = a+bx(1-exp(-cxt)). Además, se calcularon las degradabilidades efectivas según 12 distintas tasas de pasaje. Para todas las fracciones los mayores porcentajes de desapariciones fueron para MF, los menores para MG y valores intermedios para C. Las constantes a(fracción soluble), b(insoluble degradable) y c(tasa de degradación) para MF fueron de 52,8; 21,91 y 0,1489 para materia seca y de: 63,97; 27,33 y 0,1349 para proteína. Para MG fueron de: 10,36; 58,06 y 0,0581 para materia seca y de: 8,60; 77,32 y 0,0556 para proteína. Para C las constantes fueron 23,80; 47,69 y 0,1454 para materia seca y 34,06; 53,06 y 0,1111 para proteína, respectivamente. La degradabilidad efectiva se redujo con el aumento de la tasa fraccional de pasaje por hora(k), tanto para la materia seca como para la proteína. Este efecto fue más marcado para el tratamiento MG por poseer menores tasas degradativas(c) y menor degrabilidad inicial(a). Finalmente se graficaron relaciones entre materia seca y proteína para los tres tratamientos obteniendo curvas prácticamente paralelas entre ambas fracciones en los tres casos