Bajo las condiciones nacionales, el potencial de producción de la soya es alto. Se ha logrado progresos importantes en aspectos tales como fertilización, riego, control de malezas, plagas y enfermedades y otros, debido a que estas variables dentro de ciertos márgenes son posibles de modificar, adecuándolas para una mejor expresión del potencial genético del cultivo. No es posible, sin embargo, ejercer un control efectivo sobre numerosas otras variables del medio ambiente, como las climáticas, en donde la fecha de siembra es prácticamente la única herramienta disponible para ajustar debidamente el complejo planta-clima. La implantación definitiva del cultivo en el país requiere además de un incentivo económico, de un amplio conocimiento acerca de aquellos factores que mayor incidencia tienen en los rendimientos. Bajo esta premisa se diseñó un experimento de campo, cuyo objetivo fue evaluar el comportamiento de cuatro genotipos de soya, de los grupos de madurez II y III, bajo tres poblaciones y dos distancias entre hileras, en dos fechas de siembra, el cual fue expresado en términos de rendimiento y sus componentes; y también en características agronómicas de los genotipos